lunes, 29 de febrero de 2016

La Isla Prohibida, emocionante juego de mesa colaborativo

Hoy abrimos el cajón de los juegos...

Había leído sobre este tipo de juegos de mesa colaborativos, como el archifamoso Pandemic. Pero no acababa de verlo claro. Que no hubiese un ganador y donde los movimientos por turnos fuesen consensuados entre todos se me antojaba soso, aburrido y carente de gracia. No entendía el éxito de Pandemic hasta que, gracias a Devir, cayó en mis manos La Isla Prohibida*.




Ya para empezar, el juego entra por los ojos. Su packaging es super vistoso (a años luz del escueto Catan Cartas). Es una bonita caja metálica con los dibujos en relieve que llama la atención en las estanterías de los comercios. De hecho había tenido esta lata entre las manos en más de una ocasión atraída por su caja e ilustración, pero que siempre había acabado desechando al leer lo del juego colaborativo, que como os comentaba no le veía la gracia; hasta que lo probé...

El juego no tiene un tablero al uso, se forma mediante losetas. Para ello se deben mezclar bien y se reparten en forma de cruz la cual representará la isla que debemos explorar para conseguir sus cuatro tesoros antes de que se inunde y desaparezca (puedes descargarte otros tipos de tableros aquí: Variantes islas).

Cada loseta consta de dos caras, una a todo color y la otra en azul representando su inundación. Cuando montamos el tablero debemos hacerlo con toda la isla "seca" y a continuación sacaremos seis cartas de inundación para comenzar la partida con partes de la isla inundadas.
Nuestra misión es recuperar las cuatro estatuillas que se esconden por toda la isla. Para ello debemos reunir cuatro cartas del tesoro iguales y situarnos sobre una de las dos losetas existentes para cada figura. Entre tanto reunimos esas cartas, debemos andarnos con ojo de ir asegurando las partes de la isla que se van inundando, porque sino podrían hundirse y por tanto desaparecer, dejando la isla más pequeña lo que nos llevería a tener más posibilidades de que se sumerjan las losetas con tesoro o la de la pista de aterrizaje, esencial para poder emprender la huida con el valioso cargamento. Y todo esto mientras vamos robando cartas de inundación en cada turno y nos exponemos a robar hasta tres cartas de Las aguas suben del mazo de tesoros. Estas cartas nos hacen primero subir el nivel del agua de la isla, con lo que podemos pasar de sacar tres cartas de inundación a cinco por cada turno, haciendo más difícil mantener la isla a flote. Seguidamente nos hace barajar la pila de descartes de inundaciones y ponerla encima del mazo, con lo que si habían pocas cartas descartadas del anterior turno seguidamente van a volver a salir. Y cómo seguramente no nos ha dado tiempo a asegurarlas las perdemos sin remedio, cuatro o cinco losetas de tirón, y con suerte ninguna eran las de tesoro o pista de aterrizaje.
Pero no todo es malo, también nos pueden salir cartas de Helicóptero o de Sacos terreros, las primeras para desplazarnos a la loseta requerida sin gastar ninguna de nuestras tres acciones por turno; y la segunda para asegurar el trozo de isla que nos interese sin gastar acciones ni estar junto a dicha loseta.

Para poder conseguir los tesoros escondidos el equipo está compuesto por seis héroes, los cuales constan de una especialidad con la que se desenvolverán a lo largo de la partida. Aunque hay seis diferentes el juego es para cuatro jugadores máximo que recibirán su héroe al azar. De esta manera las partidas tendrán más diversidad de planteamientos a seguir.

En cada turno el jugador puede llevar a cabo tres acciones: desplazarse por la isla, asegurar una loseta, dar una carta a otro jugador. Pudiendo elegir moverse tres posiciones, o dos y asegurar una loseta, o solo asegurar una loseta y pasar de las otras dos acciones disponibles... como resulte más beneficioso para la partida. Y aquí viene la gracia del juego cooperativo y que a mi me había echado tanto para atrás. La jugada no depende tan solo del héroe del turno actual sino que, como pasaría en la vida real en cualquier equipo de campo, todos los movimientos se consensúan entre todos los miembros del grupo. Ya que lo que a uno puede parecerle una gran idea puede perjudicar a otro héroe o entorpecer los pasos que tenía previstos poniendo así en peligro la misión. De esta manera se fomentan el diálogo y la expresión. Debatiendo y sopesando entre todos que sería mejor o peor y exponiendo las razones con los argumentos necesarios para que el resto lo entienda. Aquí no vale "porque lo digo yo", o "porque me gusta así". Es una gran herramienta para trabajar la comunicación y las relaciones interpersonales.
Nosotros solo hemos llevado a cabo partidas de dos jugadores y a veces nos cuesta ponernos de acuerdo en los pasos a seguir; que tesoro va a buscar cada uno, ves hacia el Puente del abismo para asegurar el Templo de la luna y de paso me das la carta de fuego, no que mejor me quedo aquí no vaya a ser que suban las aguas y perdamos la pista de aterrizaje ...


A veces nos acaloramos un poco, pero en cuanto vemos la solución nos echamos esas risillas complices "sí, sí, lo veo... lo veo..., vamos allá..." Me encanta cuando es él el que ha propuesto un buen plan y yo le sigo, verle como se hincha de orgullo y se viene arriba seguro de si mismo. Esa expresión que adquiere...
Así que ya veis, la que no miraba con buenos ojos los juegos colaborativos ahora se ha vuelto una fan de ellos. Que otro punto molón que tienen a su favor es que la espera de tu turno no se te hace eterno ni te aburres ya que siempre estás participando, por lo que es genial también para los niños que tienden a dispersarse y que acaban molestando cuando no es su turno.

En la caja indica que es a partir de 10 años, aunque bien podría indicar tranquilamente a partir de 8. Es muy sencillo de entender y practicar, con el añadido que siendo colaborativo aunque fuesen más pequeños podrían participar de la partida ya que el resto de jugadores les indicarían los pasos a seguir aunque no acabase de entenderlo. Así los más pequeños pueden formar parte de los ratos de ocio con los hermanos mayores, los cuales a veces, sobretodo a partir de algunas edades, se aburren con los juegos de los menores.

Tiene una versión hermana, El desierto prohibido, con el mismo packaging tan molón y misma mecánica de juego. Aunque en vez de buscar tesoros tienes que recuperar las diferentes piezas para montar una maquina voladora y poder escapar antes de que las tormentas de arena lo oculten para siempre. Eso de tener que montarla me parece más chuli que agrupar tesoros sobre la mesa, sobretodo para los niños jejeje. Da más sensación de urgencia ante la huida.

Como os cuento, estoy encantada con el juego. Me parece una gran herramienta para fomentar el diálogo y la asertividad de los niños de forma ludica y en familia.

RESUMIENDO:
  • A partir de 10 años (yo diría 8)
  • De 2 a 4 jugadores
  • Fácil y rápido de jugar
  • Entretenido incluso para dos jugadores
  • Juego colaborativo
  • Favorece el diálogo
  • Trabajas la comunicación
  • Trabajas habilidades estratégicas, anticipación
  • Trabajas habilidades espaciales
  • Trabajas la asertividad
  • Packaging vistoso y duradero

¿Que te parece? ¿Lo conocías? ^_^

-Entrada colaborativa-
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*Este juego, diseñado por Matt Leacock, ha ganado varios premios internacionales
2011: Juego del Año en España
2010: Mensa Select Winner
2010: BoardGameGeek Golden Geek

martes, 16 de febrero de 2016

Los Superpreguntones Dinosaurios, libro de curiosidades

Ya os hablé de la colección de libros Los Superpreguntones de la editorial Vox (puedes ver la entrada aquí).
Así que no voy a volver a contaros lo fantásticos que me parece este tipo de libros, aunque sí os voy a mostrar el volumen nuevo que nos dejó Papa Nöel, gracias a la editorial, debajo del árbol de Navidad.

En este caso el libro trata de los Dinosaurios, ¿a que niño no le han llamado la atención o ha sido fan absoluto de estos extintos animales en algún momento de su vida?



Todo fan de los dinosaurios se habrá planteado como serían sus nidos, si en su zona habían vivido estos enormes seres, como se extinguieron...
Con este libro podrán descubrir 136 curiosidades sobre ellos expuestas a modo de preguntas como las que se suelen hacer los pequeños.
Está divido en tres capítulos :
  • Científicos y fósiles
  • Las mil y una especies
  • Los dinosaurios: genio y figura
Cada uno diferenciado con un color en los números de las preguntas, la parte baja de las páginas y en el logo (también diferente para cada tema) en la parte superior. Y con una pequeña leyenda en la esquina superior derecha. Así de este modo ayuda  a los peques a distinguir temarios.
Ya os podéis imaginar que desde la visita de Santa Claus no paro de ser bombardeada con pequeños datos sobre estos "bichos". Y debo aclarar que mi hijo nunca ha sido muy fan de los dinosaurios. Pero claro... tener tantos datos interesantes y fáciles de asimilar al alcance de su mano, con esos dibujos tan divertidos... pues anda muy motivado con el tema y le ha despertado la curiosidad por aprender más sobre ello, que tanto me gustó de este tipo de libros y que ya os comenté en la anterior entrada.
Un libro nuevo para completar la colección y que no debería faltar en las estanterías de ningún pequeño seguidor de estos enormes animales.


RESUMIENDO:
  • Despierta la curiosidad innata
  • Fortalece la lectura
  • Fortalece la compresión
  • Respuestas cortas y amenas
  • Divertidas ilustraciones
  • Formato consistente
  • 136 preguntas y sus respuestas

¿Que te parece? ¿Lo conocías? ^_^
-Entrada colaborativa-
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