viernes, 25 de noviembre de 2011

Termómetro de galinstan o galio, fiable como los de siempre e inocuo para ti y el planeta (sin mercurio ni pilas)

Abrimos el cajón de mi mesilla de noche...

La UE decidió en 2009 que los termómetros de mercurio de toda la vida tenían que ser retirados del mercado debido a su gran toxicidad en caso de rotura.
Así que en cuanto el mío pasó a mejor vida me hice con uno digital.
Pfffff, fatal, lo descambié tres veces en la farmacia porque nunca me marcaba bien la temperatura, 34º no es una temperatura normal, unas veces marcaba los 34º y otras 36º, dos grados de diferencia no es moco de pavo ¿Como podía fiarme de que me marcase 36,7º cuando en realidad lo mismo el bebé tenía 38,7º ?

Probé con otros modelos y en otras farmacias, lo mismo, algunos hasta me marcaban una franja entre 32º y  36º, en diferentes tomas en el mismo rato, vamos, ¡¡totalmente fiable!! Decir que en todas me devolvieron el dinero tras probarlos allí.
Investigué un poco y leí sobre los de frente y oído, pero vi que venían a ser lo mismo, sino peores porque dependen de la temperatura de la habitación,  la medición es menos fiable.

Hasta que un día en mi búsqueda una amiga me habló de este termómetro, el de galinstan mayormente conocido como galio, del que no había oído hablar nunca y el cual nunca me ofrecieron en una farmacia ante mi queja con los digitales a pesar de venderse en todas. Es más, en una de las farmacias que pregunté por él (buscando el más barato que donde vivo puedo encontrarme hasta 5€ de diferencia) me ofrecieron uno digital, tuve que insistirle para que me enseñara el de galio y me diera su precio, se excusó diciéndome que el digital era más barato y más rápido. Sí, lo sé, pero también es menos fiable (por no decir nada) y preciso. Además que tienen otra gran desventaja y es que funcionan a pilas la cual además de lo poco ecológica que es siempre se agota cuando más la necesitas; a la larga tampoco sale tan barato contando el gasto de pilas si lo que miras es el precio.
Tampoco me parece tan caro, me costó unos 12€ creo recordar. Parecen de juguete, son de vidrio como los de toda la vida pero más anchos y aplanados, la escala ques es muy fácil de ver y leer está impresa en un papel-cartulina en su interior. Recomiendan esperar unos diez minutos para su lectura, con los de mercurio eran unos ocho aunque la práctica me a demostrado que con cinco ya puedes ver una lectura muy aproximada y en caso de fiebre ya queda más que reflejado en el termómetro.
El galinstan es una mezcla de galio, indio y estaño, que en caso de rotura puede recogerse con un trapo o papel y tirarse a la basura sin problemas ni riesgos para la salud o el medio ambiente.
Su precisión es de +/-0,1º, ni que decir que son totalmente fiables. Al ser de cristal puede desinfectarse sin problemas y te ahorras posibles alergias al PVC o demás plásticos con los que se fabrican los digitales.
Son aptos para medir temperaturas en boca, axila y recto.

Una cosa que escuché hace poco en una farmacia es que la gente no puede reiniciar el termómetro después de su uso. Incluyo a mi madre entre ellos. Había gente que se lo llevaba a la farmacéutica pensando que no funcionaba. Yo nunca e tenido problema alguno, se trata de usar la muñeca. La gente tiene la costumbre de arrear sacudidas con el brazo, (razón por la cual han salido volando contra el suelo cientos y cientos de termómetros a lo largo de la historia al resbalarse de los dedos en uno de esos viajes). No se trata de sacudir a mala leche, sino de darle movimientos rápidos y ligeros, solo con la muñeca, como el que sacude una bolsita de azúcar antes de abrirla y el galinstan baja sin ningún tipo de problema.

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miércoles, 23 de noviembre de 2011

Tangle Teezer (el cepillo que no duele, el amigo de los niños)

Hoy abriré otro par de cajones, el de la cómoda de mi pequeño y el otro en el baño.

Hará unos dos o tres meses estaba leyendo una entrada que salió a mi paso del blog personal de una chica, en donde hablaba un poco de su estilo, chafardee un par de entradas más y en una foto lo vi, un algo raro de plástico con purpurina que la bloguera decía que le tenía ganas de hace tiempo y que por fin se lo regalaron para Navidad, sus siglas eran TT.
Tangle Teezer disco purple
 A través de los comentarios del blog descubrí que se trataba de un cepillo, y me picó enormemente la curiosidad la forma de ese cepillo y el porque le tenía tantas ganas y esa noche centré mi paseo online en la búsqueda de información sobre Tangle Teezer, nombre al que hacían referencia las siglas, al que he bautizado como el amigo de los niños.
La primera información que encontré sobre Tangle Teezer es que es un cepillo diseñado para no dar tirones, desenreda sin tirar del pelo y deshace nudos sin molestias. ¡Justo lo que necesitaba para mi pequeño de 4 años! Así que busqué con más ahínco información sobre él.
Estuve dos días de página en página, de comparativa en comparativa, contrastando informaciones y sí, un 90% de los comentarios eran totalmente favorables. Para todo tipo de pelo, he visto que a la comunidad afro les va muy bien, y el afro y nuestro pelo liso y lacio están a años luz el uno del otro. Además de no tirar, no rompe el cabello y el cepillado estimula el cuero cabelludo por lo que pierdes menos pelos con cada cepillado.
Así que me decidí a comprar uno para mi niño.

Mi hijo tiene el pelo larguito, liso y muy fino, se le enreda solo con mirarlo. Las mañanas para él eran (pasado) una tortura. Amanecía con un nido de ratas, y eso que por la noche cepillábamos antes de dormir. Le pulverizaba un poco de agua para ayudar a desenredar y aunque iba con mil cuidados siempre se escapaba algún tirón además estábamos muy tensos el rato que duraba el adecentar esos pelos. Si podía se intentaba escaquear y siempre discutíamos porque no quería peinarse. Seguro que no os cuento nada nuevo a los que convivan con niños en casa.
Así que lo pedí por ebay, 14€ con el envío incluido, uno rosa (que es su color preferido), es algo caro pero me daba igual si cumplía con lo que había leído, no dar tirones.  Le conté a mi niño lo que había pedido, y su cara fue todo un primor, estaba expectante con la compra, todos los días preguntaba si había llegado el paquete. Una semana duró nuestra espera. Fui a buscarle al cole con el paquete en la mano, y lo abrió allí mismo en el patio del colegio, tan nervioso que salió volando al suelo. Menos mal que es de plástico y ya antes de tocarlo con las manos pudimos descubrir que es resistente jajajaja.
No es un cepillo de mascotas
Ya había leído que su aspecto puede ser desencantador, parece plasticucho malo, un material que no justifica el precio del producto, pero también había leído que su función vale su peso en oro. Así que al echarle un vistazo no me vine abajo por el desembolso, realmente al principio casi que parece un engañabobos o un cepillo para mascotas.
El niño quería probarlo allí mismo, pero como que no era plan jajaja y yo quería probarlo bien.
Así que una vez en casa cogimos nuestro cepillo de siempre el cual se le atascaba, no estiré para no deshacer los nudos (sí, sale del cole con medio nido de rata, ya os e dicho que se le enreda solo con mirarle), eso me demostró que tenía nudos, era el momento de Tangle Teezer, lo pasé y... nada, no ocurrió nada, de raíz a las puntas como si nada, el pelo se veía liso pero pensé que le había dado muy flojo, tiene las púas muy cortitas, y que era efecto óptico de la superficie y que debajo estaban todos los nudos, así que pasé el cepillo de siempre para comprobar si estaban ahí.
¡SIN NUDOS! había desecho todos los nudos como si nada ¡y en solo una pasada!
Al niño casi le da un síncope al ver como se deslizaba su cepillo de siempre. Yo tenia cara de boba con una risita tonta. Mi sobrina estaba con los ojos como platos que no se lo creía.
Pasé mis dedos por el resto del pelo y comprobé que habían más nudos, pasamos el Tangle Teezer y desaparecieron, fuera nudos, y pelo liso en menos de dos minutos, ¡increíble!
Porque esa es otra, Tangle Teezer alisa y no electriza el pelo. Siempre se cargaba de electricidad estática cuando le peinaba y este pareciendo tan plasticucho guarro se lo deja genial. Y liso como la plancha y gomina no habían conseguido, porque algunas mañanas gracias a esos nudos que se le formaban, tirábamos de plancha para bajar un poco los pelos que seguían estando a lo loco hacía arriba y mirando cada uno para un lado, nadie hubiese dicho que se había tirado 10 minutos peinándose.

Esa noche tras la ducha pasó otra prueba de oro, el enredo en mojado y sin suavizante. Más de lo mismo ¡a la primera! sin ir con cuidados ni tensiones, zas, zas y listos.
Y a la mañana, con el mega nido de ratas, ¡que os voy a contar! que no me lo podía creer, todos estos años de sufrir. No fueron uno ni dos los fines de semana que salía con gorra-gorro a la calle por no hacerle pasar por el mal trago del cepillo.
Hemos pasado de la tortura a peinarse el solo, con nido de rata y todo, dejándose el pelo liso y sin nudos. ¡Y eso bien valen sus 14€! 

Ahora se peina el solito
Yo me compré otro, en negro y rosa, cuando llegó lo cogió corriendo diciéndome:
- Vamo a vé si ete no hase raño tapoco - Mientras se lo pasaba por el pelo -¡NOOOO MAMÁ! ¡No hase raño tapoco! Mira pueba, pueba...

Por supuesto que tampoco dolía, tiene sus mismas suaves púas en dos tamaños distribuidas en filas.
Yo me desenredo el pelo en la ducha y me salen pelos casi a mechones, sin contar el daño que me hacía, ahora apenas me salen pelos y quedo desenredada en un minuto. También lo uso para aplicarme la crema suavizante, puesto que ayuda a repartir mejor por lo que uso mucha menos cantidad.

Solo tiene una pega, y es que esas púas le hacen cosquillas y no se está quieto. Lo mismo ¿eh?

Se puede comprar a través de su página oficial, hay tres* modelos en diferentes colores; el original, el compacto para llevarlo en el bolso o mochila y en forma de flor con sitio para las gomas y horquillas pensado para los peques. Aunque por tamaño vienen a ser todos por un igual.




* (Actualización 2014, ahora hay cuatro modelos disponibles, han sacado uno nuevo especial para la ducha, el cual está hueco y abierto por su base, pudiéndolo dejarlo en vertical para evitar acumulación de agua y ayudar en su secado)








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lunes, 21 de noviembre de 2011

Calendario de adviento

Estreno el blog abriendo mi cajón navideño y uno de mis muchos cajones virtuales ubicados en mi navegador.

El año pasado, a finales de Noviembre, salió en conversación los calendarios de adviento (esos calendarios con 24 ventanitas numeradas que llevan una chocolatina en su interior y sirven para contar los días que faltan hasta Navidad).
Siempre me encantaron estos calendarios, sobretodo los fabricados en madera con cajoncitos (¿porque será? jijiji) pero se me van de presupuesto, y los que he visto han sido con cajoncitos minis donde apenas cabe una chocolatina y poco más.

Hace unos años, mientras echaba una ojeada en la tienda CASA vi un calendario colgado que me pareció encantador y asequible a mi quejoso bolsillo (creo recordar que no llegaba a los 8€). Son unas botitas o calcetines de Papa Nöel fabricados en fieltro rojo. Cuelgan de un hilo trenzado de algodón rojo en cuyos extremos hay un aro para poder colgarlo (aunque yo les he puesto en ellos un lazito también rojo para poder atarlo con una lazada en donde desee sin necesidad de ganchos).


¡Me han parecido siempre
tan cucas las mini pinzas!
Su tamaño, aunque pequeños, me parecía adecuado para poder optar a algo más que chocolatinas (y el tiempo me dio la razón al albergar en ellos huevos de chocolate, dispensadores Pez, pastelitos... aunque con estos se hayan en el límite de su capacidad). Acompañé la compra de una bolsita de mini pinzas doradas con la idea de hacer que los calcetines estuviesen tendidos.

Nosotros lo ponemos en la pared del pasillo que está vacía pero que tiene dos tacos.
Alterné pares e impares, los impares (por ejemplo) tendidos con dos mini pinzas en el cordón trenzado, y los pares colgando entre ellos. Aishhhhh me parecía más cuco que en la tienda. Compré muñecolates, monedas y bolas de chocolate y los rellené usando las minipinzas para cerrar los calcetines y a modo de indicador de cuales habíamos abierto ya.


El primer día estaba encantado, el segundo también, el tercero aún le hizo gracia (eran formas diferentes), pero ya el cuarto no quería abrirlo sabiendo que le esperaba chocolate, de otra forma, pero chocolate a fin de cuentas. Así que guardamos las chocolatinas para otros menesteres navideños y le varié con chucherias diferentes (blandas, duras, de goma...).
Este año ya he comprado la mitad de las sorpresas que contendrá, unos sidrales, una fresa de gominola gigante (las fresas son su chuchu preferida), una motito sencilla (de las sorpresas para piñatas), unos HappyHipo que siempre me pide pero que suelo dejar para momentos especiales, un pegamento en barra de Mickey, una manoloca pegajosa, un ojo botiboti... Voy comprándolas de a poco un mes o mes y medio antes para que el desembolso no sea tan acusado, que 0,20 de aquí, 0,40 de allá, 1,20 de más allá... que depende que cositas le metas pues sube un poco, y como intento que cada año no sea muy parecido, por aquello de la expectación... pues también me sirve para ir localizando sorpresitas.

Relleno para el calendario de adviento

Como contaba, que me disperso, el año pasado hablando del tema comentaron que los calendarios suelen salir carillos, el comprarlo y luego el rellenarlos (aunque todo depende de que le pongas de sorpresa) y que suelen tirar del típico de ventanitas con chocolatinas que venden en el supermercado por 0,99€; sobretodo si hay más de un niño en casa que supone doble gasto porque los espacios suelen quedar justos (no he vuelto a ver otro con cavidad así más holgada). Hace unos meses buscando algo (lo cierto es que no recuerdo el que) encontré de salto en salto el blog de Peppermint Plum donde mostraban unas bolsitas sorpresa, hechas de papel, para regalar en los cumples, y me vino un flash de aquellas mamis con las que hablé de los calendarios. Lo tuneé rápidamente en mi mente a calendario de adviento.


Con poco dinero, mucha ilusión y poca traza puedes hacer junto a tus pequeños una manualidad muy entretenida en esas oscuras y frias tardes de los fines de semana previos a Diciembre.
Se recortan en doble papel (mejor el de embalar o craft que aguanta más) en la medida deseada (puedes hacer uno por niño o uno más amplio para albergar la sorpresa de todos) 24 formas, una redonda, una estrella, un arbol...


Antes de coser ambos papeles se pueden decorar con pegatinas, gomets, lapices de colores, papel de regalo pegado, purpurina... No olvides numerarlos del 1 al 24
Se cosen los recortes dobles bien a maquina con hilo rojo o verde, o bien a mano con lana de colores navideños con una aguja roma de bordar, esta tarea podrían compartirla y ayudar los propios niños. Cuando les quedase poco para terminar la costura se rellena con lo elegido (monedas de chocolate, gominolas, juguetitos...) y se remata con un nudo, lazo... etc. Este paso puedes reservarlo para cuando los peques no estén en casa o duerman para poder rellenar y cerrar tranquila sin desvelar las sorpresas que contengan.

  


Ya tienes tu calendario de adviento, baratito y entretenido para los niños. 
Puedes colocarlo en una caja de cartón (que también podéis decorar juntos) en filas, en orden o dispersos por la caja para que tengan que revolver para encontrar el que toca. Otra opción es colocarlos en fila en una estantería de libros, apoyados en sus lomos (genial para manitas curiosas), o también puedes coserlos, colgarlos con pinzas de madera (estas podrían ir numeradas, en vez de las bolsas, con rotuladores de oro, plata etc), o atados con una cinta tras perforar las bolsitas en espumillon o cordón y colgarlos en una pared, mueble, etc.

Y si lo tuyo no son las manualidades puedes decantarte por uno más sencillo, necesitas 24 rollos vacíos de wc, grapas o pegas un extremo de cada rollo, decoras a tu gusto. Pegas en cartulina o cartón cada contenedor o puedes colgar de igual manera que el otro de bolsitas de papel, perforando y pasando un lazo, cordón, etc. Ya tienes otro calendario baratito, rápido, fácil y divertido de hacer con los niños.

¿Y tú ya tienes calendario de adviento? Cuéntame ;)




Siento la calidad de las fotos, están hechas de noche  y poca luz.

domingo, 20 de noviembre de 2011

El como o el porqué de este blog

Un Cajón Cualquiera nace con la idea de enseñar precisamente eso, lo que pueda contener (o me gustaría que contuviese) un cajón cualquiera de mi hogar; cajones que se van llenando, o llenarán, de pequeños hallazgos que me topo en mis horas de ocio. Ideas, objetos, proyectos...
Fue esta primavera, hablando con mi abuela en una soleada mañana, cuando tomé la decisión de compartir mis cajones. Estaba enseñándole una de mis últimas adquisiciones mientras nos tomábamos unos refrescos y me vino a decir entre risas y expectación que donde encontraba esas cosas.
Yo creo que son ellas las que me encuentran a mi. Suelen aparecerme la mayor parte de ellas en mis ratos de navegación por la red, en la búsqueda de otras cosas, aparecen, me llaman la atención, miro, investigo... y me parecen estupendas. Así ¿que porque no reunirlas todas en una misma página para que la gente pueda acceder a todas ellas de un vistazo?
Es por eso que empiezo mi blog, Un Cajón Cualquiera.
Espero que disfrutes mirando su interior y que, porque no, te sea útil.